Un martini es un cóctel clásico que se prepara con ginebra y vermut. Se suele adornar con una aceituna o un toque de limón. Sin embargo, en esta ocasión vamos a optar por una variación menos frecuente pero deliciosa, se trata del Appletini.
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He llamado a esta refrescante bebida coctel de kiwi y albahaca porque vamos a dejar a gusto del consumidor el uso de vodka o ginebra. Así de primera puede parecer una mezcla un tanto extraña y muy verde, pero si lo piensas estamos combinando un ingrediente sabroso con otro muy aromático, y juntos funcionan la mar de bien.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, el kiwi es originario de China, concretamente de los valles boscosos del río Yangtsé, y no llegó a Nueva Zelanda hasta principios del siglo XX; lo que ocurre es que actualmente, al menos en España, una gran parte de las frutas que se venden llevan la etiqueta de Zespri, un grupo que reúne a a unos 2.700 agricultores de kiwis neozelandeses.
El coctel Chi-Chi puede sonar naif o vulgar, según se entienda, ya que al menos en España su nombre es sinónimo de vulva y en países de latinoamérica se refiere a algo que es fácil de hacer.
En realidad este coctel es fácil de hacer y no es nada vulgar, mas bien es delicioso y de apariencia exótica, ya que la combinación de las cremas con el curaçao le otorgan una tonalidad verdosa de lo mas relajante.
Aparte de ser el mote que le pusieron los ingleses a María Tudor, reina de Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVI, el Bloody Mary es un coctel de zumo de tomate con vodka y un puntito de picante, toda una delicia gastronómica que poco tiene que ver con la mayoría de los cocteles.
Como podemos ver en la infografía, la receta del Bloody Mary se compone principalmente de zumo de tomate y vodka. Muchos lo emplean como reconstituyente o para pasar mejor una fuerte resaca, dado que el vodka ayudará a combatir la abstinencia.
Se trata de un coctel bastante reconocible en primer lugar por su color rojo, y en segundo lugar porque cuando se sirve en vaso alto se suele colocar una ramita de apio, que le da el toque fresco y natural que son sus señas de identidad, todo productos de la huerta! 😉
Un día como San Valentín debe ser especial para cualquier pareja, no digo que haya que comprar flores, bombones y todo eso, pero si que no está de más celebrarlo a nuestra manera. Ya sea un almuerzo o cena en algún lugar especial, como puede ser un restaurante, un pic nic en un bonito lugar o simplemente en nuestra propia cosa.
Y para la apertura y cierre de tal deleite gastronómico nada mejor que unos cocteles, el combinado perfecto para poner un poco de alcohol en sangre e invitar a momentos de lujuria. De hecho una idea muy divertida es ponerse a inventar cocteles, aunque la borrachera está casi asegurada.
Beso de Fresa
Un rico coctel de frutos rojos y piña que le darán dulzor y el color apropiado para un momento romántico. Los ingredientes que necesitamos son:
La idea es mezclar el vodka de vainilla, el licor de fresa, junto con los zumos de arándanos rojos y piña en una coctelera con hielo. Una vez esté bien agitado, vertemos en una copa vino o en una copa hurricane. Como toque final echamos la fresa al fondo de la copa y echamos el splash de champagne.
El gimlet es un coctel hecho normalmente con ginebra o vodka combinado con zumo de lima. Es un coctel bastante sencillo, aunque cada uno lo ajusta un poco a su gusto, de hecho una descripción del gimlet de 1928 decía así: “ginebra, un chorrito de lima y soda”, mientras que una descripción de 1953 describe el gimlet como: “un verdadero gimlet consiste en mitad ginebra, mitad zumo de lima Rose’s y nada más”.
La palabra gimlet usada para referirse al cocktail se supone que comenzó a usarse en 1928. Ya que en inglés gimlet normalmente se refiere a la barrena de mano, una pequeña herramienta para hacer agujeros principalmente en madera. Con lo cual la teoría más plausible para explicar el nombre de este coctel es que se trata de un combinado cuyos efectos son penetrantes… un poco como “el destornillador”.
Aquí tienes un par de recetas para preparar un gimlet:
o bien
La viuda negra es una pequeña araña tímida, sedentaria y solitaria, pero caníbal. Su única vida social consiste en aparearse, tras lo cual suele devorar al macho, y por lo general le gusta la vida nocturna. Con esta tarjeta de presentación cualquiera se le acerca…
No es necesario que repitáis su modus operandi en Halloween, ni el hecho de disfrutar de este rico coctel viuda negra os hará ningún embrujo 😉
Enfría las copas de martini unos minutos antes de ponerte a preparar los cocteles. Lo primero será dibujar con el sirope de frambuesa una tela de araña en la copa. Luego metemos todos los ingredientes en una coctelera con hielo y agitamos bien, por último vertemos la mezcla y si es posible decoramos con una arañita de plástico.