Los martinis son ineludibles como coctel para aperitivos, existe una variedad enorme y abarca todos los gustos, desde los más secos hasta los dulces como el Sweet martini que comenté hace unos días. En aquella ocasión también mencioné brevemente al Martini Perfect o Martini Perfecto.
En este coctel disfrutaremos a partes igual de del vermú rojo y del blanco, el resultado es un coctel sobrio pero atractivo, de lo más sofisticado y con el que seguro siempre podemos quedar bien.
Se trata de un coctel cuyo origen se remonta a comienzos del siglo XIX, quizás uno de los primeros combinados apelado cocktail. Es propio para tomar como aperitivo, y como es evidente lo serviremos en un vaso old fashioned.
Algunos en lugar de preparar en el vaso el sirope, es decir la soda y el azúcar, optan directamente por una mezcla ya preparada de sour mix; así te aseguras que el azúcar está completamente disuelto, así te ahorras los pasos 1 y 2 teniendo que agregar únicamente las gotas de angostura.
Como cualquier martini, una combinación perfecta para disfrutar en un aperitivo o apoyado en la barra de un bar. Lo que diferencia al Sweet Martini del Perfect martini es que no lleva ni gota de vermú seco y además se decora con una guinda.
El vermouth rosso, que también podemos llamar vermú rojo, es dulce a diferencia del vermú blanco o seco, de ahí realmente el nombre de esta combinación. Lo podemos encontrar en vaso de coctel o en vaso bajo con hielo, cuestión de gustos y de barman.
Como si de un amanecer se tratara, de ahí su nombre, el tequila sunrise está siempre presente en cualquier carta de cócteles que se precie. Atractivo y sabroso combina el tequila con el zumo de naranja de manera excelente.
El toque final originalmente es con licor de cassis, sin embargo sea porque es más fácil de encotrar o porque se prefiere su sabor, la granadina se ha acabado imponiendo. Se suele servir en vaso largo, pero igual lo podemos ver en vaso corto.
Como tantos otros, el tequila sunrise lo podemos preparar directamente en el vaso, de hecho así es como vamos a lograr el efecto amanecer. Para empezar rellenamos el vaso con cubitos de hielo, a continuación vertemos el zumo de naranja y el tequila.
El toque de locura final lo aporta la granadina, un chorrito bastará para crear el degradado de colores deseado. Ni se te ocurra remover! Simplemente pon una pajita y para decoración irá bien una guinda y media rodaja de naranja.
Bueno, ya que ayer os compliqué un poco la vida con el coctel Long Island hoy me voy al otro extremo, al de la simplicidad o más bien el de la sencillez. Dos ingredientes para hacer una mezcla estupenda para los amantes de los cocteles secos.
Es además un buen coctel para echar mano de nuestra ginebra favorita, sin duda sus aromas te embriagarán, y sino atención: seis partes de ginebra por una de vermú, en esto consiste el famoso cóctel Gibson.
Si queremos buscar su origen lo vamos a tener medianamente complicado, aunque lo único claro parece ser que lo de decorar con una cebolla en lugar de una aceituna es cosa de Charles Dana Gibson. En cualquier caso, perfecta mezcla para un aperitivo.
Excelente coctel, refrescante y alcoholizado a partes iguales, su nombre hace referencia a su origen, Long Island, una isla del sur del Estado de New York. Fue creado a finales de los años 70 y desde entonces es uno de los cócteles más populares, sobre todo en épocas estivales.
Para prepararlo vamos a necesitar bastantes ingredientes, pero no temas porque es bastante sencillo. Se sirve en vaso alto y se puede decorar con una rodaja de limón. Originalmente lleva cola, pero en algunos lugares por ser un poco más fieles al nombre sustituyen la cola por té helado.
Como en el caso de tantos otros, el origen del coctel Bronx lleva a discusión y en alguna versiones poco o nada tiene que ver con el afamado barrio de New York. Un martini a la base, pero mucho más atractivo gracias al color, sabor y aroma del zumo de naranja.
Es por tanto realmente sencillo de preparar y muy rico, perfecto para un aperitivo o para sorprender a alguna chica en la barra. Tuvo su época de gloria en la primera mitad del siglo XX cuando llegó a estar considerado uno de los 3 cócteles más populares del mundo junto con el Manhatan y el Martini.
Bien sencillo sobre todo si ya sabes preparar un martini como Dios manda. Para empezar echamos bastante hielo en la coctelera, a continuación vamos vertiendo todos los ingredientes para luego cerrar y agitar con alegría. Obviamente se sirve en vaso de coctel, así sería recomendable tenerlos un rato antes enfriándose en la nevera. Para decorar puedes usar media rodaja de naranja o bien un tirabuzón de cáscara de naranja.