Beaujolais es sin duda una de las denominaciones de vino francés más conocidas en el país galo y en el mundo entero, no tanto por la calidad de su beaujolais nouveau, sino por toda la celebración que supone. Cada año, como si de un ritual sagrado se tratara, el tercer jueves de noviembre se celebra su llegada al mercado con el lema le beaujolais nouveau est arrivé. Ya sea en Paris, Berlin, Tokio o Los Angeles uno puede hacerse con una botella de este vino joven y afrutado de etiquetado llamativo.
Aunque muchos profesionales y aficionados al vino califican al beaujolais nouveau como vinos simples o inmaduros, realmente el encanto particular del beaujolais reside en sus aromas intensos y atractivos. Abarcan una gama de flores como violeta, rosa, muguet, y de frutas como cereza, frambuesa, grosella roja o arándano. Aromas frescos que se expresan del modo más puro en vinos jóvenes.
En Beaujolais reina sin oposición la cepa gamay noir à jus blanc, una uva tinta de piel roja y pulpa amarilla. De hecho, Beaujolais es el mayor territorio de gamay en Francia y el mundo. Se trata de una variedad de maduración temprana que rinde mucho lo cual no va a su favor, es más, los viticultores se ven obligados a reducir su rendimiento ya que la cepa gamay no se encuentra entre las variedades que formen mucho azúcar natural.